viernes, octubre 28, 2005

¨¿El altruismo como trueque?¨

El altruismo no es una conducta ajena a los seres humanos. La mayoría de nosotros, los terrícolas (a veces me gusta pensar que soy parte de este planeta) tenemos valores éticos y morales. Cuando éstos entran en juego, podemos llegar a ser considerados y hasta incluso heróicos.
Tómese en cuenta la situación en el transporte público, en la que generalmente, el grueso de las personas, no vacilan al ceder su asiento a una viejecita (que tenga mas olor a cajón que a frutas). Ahora bien, si pensamos en que al darle al prójimo algo, ya sea material o una ayuda personal, sentimos un bienestar moral, y porque no espiritual, ¿estamos realmente siendo altruistas?.Es muy dificil lograr un acto absolutamente desinteresado, que no esté teñido siquiera por una pizca de ese sentir que podemos plasmar el la siguiente frase ¨Fuaaaa* soy mas bueno que Amelie**¨.
Algún lector me replicará que realmente es desinteresado en estos tipos de actos, a lo que contestaré ¨Sepa comprender, que este texto está teñido de mi subjetividad, y yo, soy un ser humano despreciable¨.Quizá haya una chance de pensar en que el acto altruista es casi paradójico. Y que nos hace sentir mejor con nosotros mismos,quizá es con eso es que estamos actuando.Se puede decir que en todo esto hay un goce que está en juego, pero ya estaríamos del lado de lo psicológico, y se plantearían cuestiones del orden de ¨también el que disfruta de hacerle mal al otro encuentra un goce¨, o cosas similares. En verdad, es que aquí escribimos cosas de vuelo bajo, y porque no gallinaceo (apelando a una metáfora avícola), y esas cosas sesudas no son para este foro. En verdad, soy bastante inepto.
*Fonema onomástico que puede traducirse en la siguiente frase ¨A la flauta!¨
**Pelicula en que la piba es/está (to be) muy buena (¿?)

viernes, octubre 07, 2005

¨Dientes¨

En los últimos días he caído en la cuenta de que soy dentalmente invencible. No recuerdo cuándo fue con exactitud la última vez que he pisado uno de estos recintos que representan el summum del dolor para tanta gente. Tampoco recuerdo cuándo fué mi ultima carie, o si tuve alguna, o si he tenido algún dolor de muela en mi vida. Esto podría traducirse en que en realidad soy mucho mas vulnerable de lo que creo, y no es mi dentadura invencible sino que mi memoria está haciendo agua como el Titanic. Pero como en este espacio somos muy optimistas, y porque no, un tanto ególatras, estoy convencido de que mi memoria está andando de maravillas.


REPERCUCIÓNES SOCIALES.
1 ) El efecto Highlander: Si bien uno es feliz de no padecer ningún dolor o aflicción, sucede como el caso de Christopher Lambert en la película antes nombrada. Uno ve que los demás padecen un mal al que nuestra humanidad no afecta. En mi caso las caries u otras podredumbres. En el caso de Christopher la mismísima parca. Los desafortunados como yo, verán a sus allegados caer en procesos viles y malignos como ser un tratamiento de conducto o un ¨perno y corona¨.

2 ) Exilio social taxativo a la salud dental: Estamos también ante la pérdida de cierta imposibilidad de intercambio social. Al ser un tema de público padecer, y uno no saber bien de que se trata. Incluso pueden llegar a tildarnos de ¨raros¨ o que lo ¨hacemos para llamar la atención¨.
No hace mucho, me junté con mis amistades de la facultad y se entablo una larga conversación de padecimientos corporales ?Entre los cuales no faltó el tema odontológico ?, he incluso obras sociales y sus diferentes planos. A todo esto yo no pude decir ni ¨mu¨ (primero, porque este fonema onomástico es patrimonio vacuno y luego por no cachar un fulbo del tema).

3) Vida de excesos: Al igual que en la joven adolescencia, uno al creerse invencible ­ ?o por lo menos así lo dicen los viejos resentidos ?, uno tiende a entregarse a los excesos y situaciones de riesgo porque piensa que nada puede dañarlo. Es así como la gente puede mirarnos como unos rebeldes alocados por el hecho de consumir cantidades industriales de café, usar mucha azúcar, o masticar adoquines. El último caso es el que produce mayor asombro en la turba.

4) Falta de empatía con el dolor ajeno: Está relacionado con los ítems 1 y 2. Nuestros pares nos cuentan sus horribles experiencias en el odontólogo esperando que nosotros los acompañemos en sentimiento y vemos que nos resulta imposible debido a que no encontramos parangón posible con una experiencia propia. Por lo cual podemos ser tildados de insensibles, ser insultados, golpeados, y en el peor de los casos lapidado (sisi, le pasó a un amigo mío, si quieren tengo fotos).


A decir verdad, he ido hace muchísimos años al dentista, pero era un purrete muy pequeño y fue para hacerme la ortodoncia. Yo siempre les vengo con la verdad señores.

Salút.

domingo, octubre 02, 2005

¨Si es un asesino despiadado es porque de pibe tuvo una cutícula encarnada¨

Un pequeño rapáz desacomoda, destruye y, porqué no, intenta incendiar el local donde trabajamos diariamente por el vil metal de cada día. Nuestra reacción primitiva y porque no, instintiva, sería saltar sobre el, derribándolo y proceder a alimentarnos de su cuerpecito. Cosas que con la evolución hemos aprendido a no hacer esa clase de cosas debido a que:

a) La carne cocida es mas rica y sana.
b) El canivalismo ya no está de moda.

Suprimimos nuestra furia homicida al tiempo que una sabia anciana nos dice que no es culpa de él sino de sus padres. Es así como nuestro odio ¨hace patito¨ en el niño y se proyecta a los padres por su mala labor educativa.
Algo similar ocurre en algunos casos cuando se habla de alguna fechoría cometida, por mas vil que nos resulte. Puede suceder que un interlocutor nos pida tengamos en cuenta la crianza del autor de estos actos, o la vida que ha llevado y como lo ha tratado la sociedad. De esta manera llegamos a aplacar una buena parte de nuestra indignación con esta gente.
Ahora bien, sucede en algunos casos, que hay gente que aplica esta fórmula a todo tipo de conversación. Coartando todo tipo de discusión nimia, de manera tal que resulta imposible tener una charla sin apelar a argumentos intelectuales y cosas por el estilo. Es así que no podemos criticar a nuestras anchas, un enunciado del orden de ¨Rolo al final es un dominado¨, termina haciendo surgir análisis sobre cuestiones tales como ¨Si la relación de rolo con su pareja es complementaria¨, ¨Si él es felíz así hay que respetarlo¨, ¨Si la mujer de Rolo le pide que cometa un ilícito por algo lo hará¨, ¨A lo mejor el es felíz estando encadenado a un pared en el sótano ¿vos que sabés?¨.
Nos vemos imposiblilitados de tener una charla por no menos de 8 horas para llegar a un mínimo acuerdo, en el mejor de los casos.
Espero no ser el único que no se desplace por la vida haciéndo de TODAS sus charlas una cuestion de profundidad metafísica. De no ser así, sepan disculpar. Me voy a un choripán al paso a ver si alguno quiere hablar conmigo.


Salút.